ESCLAVA mía, témeme. Ámame.
Soy contigo el ocaso más vasto de mi cielo,
y en él despunta mi alma como una estrella fría.
Cuando de ti se alejan vuelven a mí mis pasos.
Mi propio latigazo cae sobre mi vida.
Hace un par de meses, en las vacaciones de invierno, leí acerca sobre una periodista mexicana llamada Lydia Cacho. Aquella información retomaba el caso del "Gober precioso", vagamente recuerdo aquella noticia y aproveché la oportunidad para conocer mejor el caso. Tras leer diversos artículos que me llevaron a buscar más información de Cacho, decidí comprar el libro Las esclavas del poder, puesto que, había visto un video donde la periodista comentaba su metodología para escribir aquel libro: desde sus entrevistas con proxenetas hasta víctimas del tráfico sexual.
Tuve miedo. Cada ruta y país me provocaba una sensación de inseguridad. Me preguntaba constantemente cómo una mujer llega a ser tan vulnerable que se convierte en un objeto "desechable" al envejecer tras ser utilizada como esclava sexual.
Al terminar de leer el libro me hice muchas preguntas que no tuvieron una respuesta sencilla, ¿qué tan débiles parece una mujer para que un hombre decida aprovecharse de ella?, ¿es acaso el proxeneta un ser con poder sobrehumano? Muchas de las víctimas que Cacho entrevista no se logran explicar qué hicieron para merecer una vida donde el mundo de la prostitución existen esclavas infantiles hasta jóvenes adultas. Las víctimas generalmente caen en esta mafia por necesidades económicas, se les hace creer que irán a trabajar como empleadas domésticas al extranjero (en el caso de las adolescentes y jóvenes adultas) y si son caso niñas, que oscilan entre los cinco y once años, son vendidas por sus padres por falta de recursos económicos para criarlas o son monedas de cambio para saldar deudas.
El adoctrinamiento que una niña recibe para convertirse en una prostituta es llevado a cabo de su hambruna e inocencia, se les enseña con dildos cómo complacer a un cliente que generalmente son turistas de la tercera edad. Una vez que han hecho su "trabajo" tienen acceso a unas cuantas porciones de comida.
El adoctrinamiento que una niña recibe para convertirse en una prostituta es llevado a cabo de su hambruna e inocencia, se les enseña con dildos cómo complacer a un cliente que generalmente son turistas de la tercera edad. Una vez que han hecho su "trabajo" tienen acceso a unas cuantas porciones de comida.
Sin duda Esclavas del poder es un libro con un discurso poderoso, el cual tiene recolectado los testimonios de mujeres que han sido traficadas por las mismas rutas del opio y las drogas o simplemente son víctimas del secuestro exprés. Cada historia es una visión distinta de un imperio que lamentablemente, año con año, sigue creciendo.
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